Los proveedores de servicios logísticos temen que la pérdida de capacidad obstaculice la recuperación del mercado
La industria de la logística para vehículos terminados teme por el futuro ante el aumento vertiginoso y generalizado de los costos
La industria continúa enfrentado una crisis sin precedentes: el aumento de los costos elimina los márgenes de rentabilidad y la capacidad ha disminuido significativamente con la caída de los volúmenes. Muchos costos a los que debe hacer frente la industria, como los salarios de los conductores y las materias primas necesarias para las embarcaciones, los camiones y los vagones del ferrocarril, están aumentando con mucha mayor rapidez que la tasa de inflación general, que ya es elevada. Los contratos fijos, que no contemplan estas circunstancias excepcionales, han dado lugar a que los transportistas pierdan dinero con cada automóvil transportado. Asimismo, la inversión en activos prácticamente ha desaparecido. La industria, que primero se vio muy afectada por la Covid y luego por el impacto de la escasez de materiales en el sector automotor, espera ahora una recuperación del mercado, aunque le es imposible volver a invertir.
En el sector marítimo, las tarifas de fletamento por tiempo de los buques de transporte de automóviles y camiones (PCTC) se han triplicado en poco más de un año, lo que pone claramente de manifiesto una reducción de la capacidad que pareciera no detenerse. De cara al futuro, la reducida cartera de pedidos de nuevos buques indica que las tarifas subirán, ya que la recuperación de los volúmenes hará que la falta de capacidad, ya restringida por las nuevas regulaciones, sea aún más crítica.
El sector del transporte por carretera está sufriendo las consecuencias de plazos demasiado extensos en la entrega de camiones nuevos. Sin embargo, lo más preocupante es que no hay choferes para conducirlos. El desafío que representa a nivel mundial la prolongada escasez de conductores se ha convertido en uno de los problemas fundamentales del sector de la logística para vehículos terminados. Sin automóviles para conducir, muchos conductores han empezado a trabajar en otros sectores y no volverán a lo que es uno de los trabajos más arduos de la industria.
La asociación ECG ha realizado recientemente una encuesta entre sus miembros para tener una idea más precisa de cómo han cambiado la capacidad y los costos durante los últimos dos años. Específicamente, la encuesta comprende los años 2020/21. Los resultados vuelven a confirmar los temores que ya había manifestado la ECG.
Resultados de la encuesta durante los últimos dos años.
Asimismo, el 91 % de los encuestados ha indicado que la razón principal de esta disminución no está relacionada tanto con la Covid y los confinamientos, sino con la escasez de material (especialmente microchips) y las consiguientes reducciones de volumen en el sector automotor.
Los datos recopilados en la encuesta demuestran que las empresas de transporte por carretera y las líneas navieras se han visto especialmente afectadas. Las empresas de camiones que han participado de la encuesta han informado un 21 % de reducción promedio en la capacidad. Esto significa que, únicamente entre estos transportistas, cerca de 1200 camiones han desaparecido de la industria, en comparación con hace dos años. En cuanto a los operadores navieros, el promedio de la disminución de la capacidad es de un 6 % (con casos específicos que indican reducciones de entre el 2 % y el 50 %).
Por otro lado, todos los costos han aumentado de manera significativa desde enero de 2020. En el caso de las compañías navieras y de gabarras, los costos de combustible han aumentado un 60 %. Los salarios, en especial de los conductores, han sufrido un incremento significativo en muchas regiones, y algunos operadores otorgan 2, o incluso 3, aumentos salariales en un año, con el fin de retener al personal. Asimismo, muchas materias primas, como el acero y el cobre, también han experimentado enormes aumentos en el mismo período.
Mientras que el sector pone toda su esperanza en la recuperación de los volúmenes, los operadores, que en muchos casos han visto desaparecer las reservas, se preguntan cómo podrán invertir en nuevas capacidades, dado el contexto de aumento de la inflación y las tasas de interés. En el caso de los operadores de camiones, estos temores se ven agravados por el hecho de que es poco probable que los conductores que ya no trabajan en el sector regresen.
Mike Sturgeon, director ejecutivo de la asociación ECG, sostuvo: “Ni siquiera después de la crisis financiera escuché comentarios tan negativos en la industria como los que escucho hoy día. Afortunadamente, incluso los fabricantes de automóviles se están dando cuenta de que ya no hay capacidad para trasladar sus vehículos, y la industria ahora necesita trabajar en conjunto para construir un futuro sostenible”.