A pesar del impacto de la pandemia, el Puerto de Barcelona ha cerrado el ejercicio de 2020 con un resultado económico positivo de 17 millones de euros. Es una cifra importante a pesar de la bajada de ingresos debida a la reducción de tráficos y las ayudas destinadas a las empresas para parar el golpe de la Covid-19.
La factura que la pandemia ha pasado el Puerto de Barcelona en el año 2020 ha sido de cerca de 34 millones de euros. Así lo avanzó la presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa, en la presentación del balance del último ejercicio, un año atípico en el que «no hemos buscado hacer los mejores resultados económicos de la historia sino que hemos buscado la resiliencia». Conesa ha recordado que «el apoyo a las empresas de la Comunidad Portuaria y al resto del tejido empresarial ha sido una de nuestras prioridades».
El Puerto de Barcelona alcanzó en 2020 una cifra de negocio de 139 millones de euros, un 20% menos que en el año 2019, cuando alcanzó los 172 millones de euros. Este descenso se debe, principalmente, a la caída del tráfico total, que se ha traducido en una reducción del 25% de las tasas de utilización; las bonificaciones aplicadas en las tasas de ocupación con motivo de la pandemia y que tienen en las terminales de pasajeros y contenedores y los concesionarios del Port Vell como principales beneficiarios; a la reducción de la tasa de actividad para la disminución de los tráficos y la eliminación del tope mínimo de actividad y al impacto indirecto por la caída de la tasa de ocupación.
La inversión pública ejecutada por el Puerto de Barcelona en el año 2020 ha sido de 27 millones de euros, una cifra que está por debajo de las previsiones iniciales y que supone un retroceso del 56% respecto del 2019. «En este punto, me gustaría hacer mención de las dificultades que seguimos teniendo a la hora de invertir. Es más necesario que nunca eliminar las barreras administrativas que dificultan, y mucho, las licitaciones de obras en los puertos «, reclamó Conesa. Y garantizó que «esta es, claramente, nuestra apuesta: no sacrificar inversión pública, sino acelerarla».